Una nueva herramienta de comunicación para expresar las cosas que me encantan y las que no tanto. Me encantaria conocer vuestras opiniones y comprobar si no estoy equivocada en mi teoria de que no somos tan distintos a pesar de ser diferentes, la esencia viene a ser casi lo mismo. Un fuerte abrazo para todos mis lectores, prometo seguir activamente cada uno de vuestros comentarios. También admito sugerencias
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lunes, 26 de septiembre de 2016
Estafa romántica.
miércoles, 24 de agosto de 2016
Ragú. Cocina tradicional napolitana.
Muchas veces me preguntan por qué me gusta ir a tal o cual sitio o con tal o cual persona. Qué factores influyen para que quieras repetir? Por qué te gusta tanto ese sitio?
Un día en la clase de atención al cliente la profe preguntó por qué la gente iba a comer a un sitio y luego no volvía más.
Yo le respondí que si hay dos millones de restaurantes en Barcelona, lo normal es ir cada vez a uno distinto, a no ser que uno de ellos te impacte de manera que desees volver. Lo que incluye para que yo quiera volver a comer a un restaurante, bar, o garito de copas, o bien, ir y volver, una peluquería o tienda de barrio, lo explico en la siguiente lista, de más importante a menos importante:
- Me encantan los sitios donde se me atiende bien, ese punto exacto entre respeto y familiaridad. A partir de X día, empiezan a llamarte por tu nombre, por ejemplo desde el primer día que pagas con tarjeta y se fijan en tu nombre (sin caer en el pelotismo, o lambonismo, como lo queráis llamar). Si te llaman por tu nombre es muy fácil que te sientas acogido, y que cuando te sientas indeciso o no tengas ganas de pensar mucho, por inercia vas donde ya te conocen. Y que te reciban bien, no penséis que soy muy diva, a todo el mundo le gusta ser bien recibido, vas a un restaurante no sólo a comer algo rico sino que también vas a despejar tu mente y a pasar un rato agradable en buena compañía, o en compañía de ti mismo, esto también lo hago a veces.
- Los camareros y las camareras son amables, no ponen caras raras cuando preguntas por algún plato, y te tratan con naturalidad; también es importante que te ayuden a elegir y que te den soluciones u opiniones si ven que algún ingrediente no te resulta familiar o no te gusta. Me gusta tratar bien a la gente cuando trabajo de cara al público, y en mi vida diaria también, nunca sabemos si una persona necesita una sonrisa cálida, un saludo amable, siempre que podamos mejorar su día, estaremos en el camino correcto, pues de igual manera me gusta que me traten. Si un restaurante tiene una buena comida, pero te tratan mal, difícilmente recuerdas lo bueno que estaba, somos así, asimilamos las experiencias negativas y dejamos que determinen el momento. Yo disfruto igual de la comida, y quizás regrese algún día, pero siempre recordaré el mal trato por parte del personal en cuestión. Y pierde mucho encanto.
- La relación calidad precio también es un factor importante, para que te hagas cliente asiduo debes poder permitírtelo, no estoy hablando de que sea tirado de precio, sino que pagues lo que es justo.
- Para qué nos vamos a engañar? La comida tiene que estar muy buena y las raciones deben ser acorde con lo que debe comer una persona adulta, no?
- Platos innovadores, pero que mantengan la esencia y el sabor de los ingredientes. Me encanta que los/as cocineros/as lo hagan con cariño, mimando los ingredientes, y que estos sean de buena calidad, eso marca la diferencia entre un sitio u otro.
- El lugar debe ser bonito, acogedor y con encanto, sino pierde mucho. Es difícil entrar en ambiente si el sitio es horrible o está demasiado recargado. Los detalles son importantes para elegir la decoración. Siempre menos es más.
El caso del Ragú he de decir que lo que más me gusta, a parte de todo lo mencionado anteriormente, es el hecho de que sea un lugar polivalente, tiene varias caras. Yo lo conocí por mi amiga Dayté, en enero de este año, justamente cuando hacía más frío dentro y fuera de mí.
Fui a un aperitivo italiano que hacen los miércoles y viernes de 19 a 21h, música (muchas veces dj en directo), copas y bufet libre de tapas italianas, deliciosas! Un afterwork en toda regla, un buen punto de reunión para pasar un rato agradable con amigos, hacer nuevos amigos, como fue mi caso, y a la vez probar platos cuidadosamente elaborados.
Megustó tanto que fui otro día con mi amigo Jordi y Naomie, con tan buena suerte que se nos añadieron Dayté y su hija Daniela, esa niña es una delicia, es como Gabi pero más mayor, y cuando se juntan... arde Roma.
Ese día cenamos en el salón de arriba, cuidadosamente decorado con unas fotografías de autor muy especiales, el ambiente cambia bastante. Fue una cena informal y bastante sabrosa. Ahí probé el Ragú, que es carne cocinada durante seis horas a fuego muy lento con una exquisita salsa de tomate y especias, seguro que no lo he descrito tal como es, pero no tengo palabras, también comimos unas berenjenas muy ricas, un tinto para acompañar y los postres, tarta de chocolate y tiramisú. Una noche de lo más agradable.
Otro día fuimos Naomie y yo a medio día, tenía muchísimas ganas de probar el menú de mediodía, siempre lo leo en Facebook y se me hace la boca agua, un día había quedado con ella para comer y se lo propuse, como siempre nos atendieron muy bien, y la comida estaba deliciosa, a un precio razonable.
En otra ocasión fui con mi amiga Abby, su bebé y la Gabi a medio día, comimos en la planta baja, que es más cómoda si vas con niños muy pequeños, y nuevamente me sorprendió el chef, y mi amiga que es muy especial con la comida, quedó encantada y me dijo que quería repetir.
Hace poco fui con un amigo napolitano, porque quería enseñarle el lugar, para que se sintiera cómodo como en casa, y quedó maravillado con la autenticidad del lugar y la calidad de la comida, repetiremos seguro. Y tu? Te atreves a probar?
He ido repitiendo porque es un sitio del cual me gusta presumir, y el dueño es un encanto de persona, trata a todo el mundo con la familiaridad napolitana. 😊
Casi un año después, se ha convertido en un buen lugar de reunión entre amigos, para comer o cenar con la familia o en pareja, hay mesas súper cucas y románticas, y también para ir a comer con las amigas en plan terapia de la risa. Imprescindible.
miércoles, 17 de agosto de 2016
Recordatorio: pirámide alimenticia. Recuerdos, todo vuelve a la normalidad
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Aquí salgo toda redonda, con mi nena en brazos, aquel verano del 2010 |

Recuerdo que cuando me quedé embarazada estaba contenta porque no tenía pensado engordar tanto, ya que mi hermana después de tener a mi sobrino se quedó con el mismo peso, delgada y guapísima, mi madre tuvo cuatro hijos y siempre fue delgada, como un espagueti, y por genética, me tenía que haber tocado esa misma suerte, así que no me preocupé por ello; de hecho, durante los primeros dos meses perdí peso, lo que me resultó raro, no tenía apetito, y bueno, pensé que seguiría esa racha, pero cuando recuperé el hambre, fue demasiado tarde, empecé a ganar peso, y con las navidades de por medio... luego pensé, bueno, no sé cuando tendré la oportunidad de volver a estar embarazada, así que a disfrutar, en realidad, soy muy comilona. Para resumir, 19 kilos ganados durante el embarazo, es que fue largo, 42 semanas, esa es mi excusa, además en la última ecografía me dijeron que la niña estaba flaquita, y me dio mucha pena, pensé en mi nena y bueno, habían unos tarros de helado de vainilla con nueces de macadamia, una cosa llevó a la otra.
Después del parto, y del tormentoso post parto, en el que casi me dejo la vida, al final, cuando me dieron el alta, seis días después, y al cabo de un mes, cuando conseguí darle el pecho con regularidad y sin dolor, quería recuperar mi peso. Me veía gorda y cansada, porque lo estaba, gorda y cansada, y a penas me veía guapa, además el padre de mi hija me lo recordaba, estás gorda, me decía, a ver si te apuntas al gimnasio, sí, ya sé lo que estáis pensando, es muy fácil para los hombres tener un hijo cuando su cuerpo no sufre el más mínimo cambio, durante ni después del parto, cuando no te juegas la vida dando vida, no es lo mismo mamá que papá, digan lo que digan.
Decidí apuntarme al gimnasio, pero tenía 12 quilos que se resistían, estaban ahí, repartidos entre las enormes glándulas mamarias para alimentar a mi Miniyo, y el resto de mi cuerpo, quería por todos los medios volver a sentirme yo, guapa, sexy, en definitiva, yo misma.
No era capaz de hacer dieta, y la gente me decía que si daba pecho perdía peso más rápido, que si tenía que hacer dieta de nosequé, en fin, la gente decía muchas cosas, pero la que se sentía mal era yo. Pasados unos meses empecé a ir a clases de pilates con una profesora venezolana muy agradable, me fue genial, en seguida empecé a notar las piernas más fuertes y estilizadas, y, aunque no perdía peso, estaba tonificada, y me fué genial para fortalecer el suelo pélvico, que queda debilitado después del parto.
Ese verano empecé a sentirme un poco mejor, seguía con el mismo peso, pero había encontrado algunos pequeños cambios para sentirme mejor:
- Me corté el pelo y cambié el color. Un cambio de look me vino genial para subir el autoestima, no todo depende del peso, también el cuidado personal es muy importante.
- Encontré la fórmula para vestirme acorde, potenciando las partes con las que me sentía más cómoda, y disimulando las que quería esconder un poco. Por ejemplo, unos pantalones cortos con una blusa ancha, y algo de tacón, no mucho, porque me dolía bastante la espalda; una blusa escotada pero suelta en al parte de la barriga, y unos tejanos más ajustados. el secreto está en buscar lo que mejor te sienta en la actualidad, mientras recuperas tu figura, sin prisas, sin obsesiones.
- Salía con mis amigas una vez por semana, a tomar café, a desayunar, a cenar o de compras. Eso siempre me ha ayudado, estar con mis amigas riendo y compartiendo momentos inolvidables. Cuando eres mamá de un bebé, todo tu tiempo está volcado en esa criatura que tanto te necesita, pero sigues siendo persona, y necesitas tiempo para ti, necesitas sentirte mujer además de mamá. Tiempo después, el padre de mi hija me lo echó en cara, cosa que demuestra un egoísmo enfermizo, es muy importante que la persona que está a tu lado sea comprensiva y nada acaparadora.
- Keep Calm & baño relajante: Era un momento para mi, no podía hacerlo cada día, pero en cuanto podía, me llenaba la bañera con aceites y sales, mascarilla reparadora para el pelo e hidratante para la piel. Tenía que buscar la manera de sentirme bien conmigo misma, me lo había ganado.
- Hablaba mi preocupación con la doctora, la profesora de pilates y mis amigas. La doctora me decía que tenía que intentar hacer dieta rica en fruta, verduras, pescado y lácteos, por la lactancia; la profesora de pilates, en cambio, me dijo que no me agobiara, que el cuerpo necesita un año para recuperarse por completo, pero que a partir de los ocho meses es cuando realmente se empiezan a ver resultados importantes, que era bueno cuidar la alimentación y hacer algo de deporte, pero por salud, sin desesperos, y la verdad me transmitió mucha tranquilidad; mis amigas, en cambio, me decían que estaba estupenda como siempre, y que tenían envidia del escote que me había quedado, tan perfecto (las quiero muchísimo).
- Intenté ver que era una etapa que tenía que pasar, transitoria, y que en algún momento llegaría a ser yo misma otra vez. Así que continué disfrutando de mi niña, era la criatura más adorable que había visto nunca.
Mantuve la sonrisa, cuando me empecé a encontar bien, tardé bastante en recuperarme después del parto, todo empezó a marchar mejor. Yo creo que con paciencia y mucho cariño, todo llega. Nuestro cuerpo es maravilloso e inteligente, y si lo cuidamos sabe como agradecerlo.
Cuando quise darme cuenta, ya había perdido diez de los doce kilos demás, sin mucho esfuerzo, más bien con poco esfuerzo, un poco de ejercicio y dieta equilibrada, y con la cabeza tranquila, sabiendo que algún día todo iba a volver a ser como antes.
En el inicio del post aparece la pirámide de la alimentación, creo que deberíamos tenerla todos en cuenta, ya que un estilo de vida saludablees bueno para todos, no solo para las que quieran perder pedo después del parto, sino para todo el mundo, y también sería una idea maravillosa enseñar a los niños a seguirla, ya que los hábitos que les enseñemos ahora será su seguro de vida para mañana.
Dicho todo esto, quiero decirte querida amiga, que no te agobies, sabes que eres HERMOSA, y tienes dos nenas maravillosas, y eres muy joven, tu cuerpo volverá a ser el que era, mucho más fuerte.
Yo te diría que dediques tiempo a tu cuidado personal, sin desesperos, sin prisas, ES IMPORTANTE QUE TE SIENTAS BIEN CONTIGO MISMA, QUE TE QUIERAS, TE MIMES, TE DEJES QUERER Y TE DEJES MIMAR, y disfrutando de ello, dedica tiempo a preparar platos sanos y sabrosos, intenraré buscar algunos enlaces de recetas para dejarlos aquí. Espero que todo esto te haya ayudado, y te pido disculpas por la tardanza, pero no encontraba la manera de abordar el tema.
- Dieta para personas con problemas en la vesícula:
http://www.remediospopulares.com/dieta_para_las_personas_con_problemas_en_la_vesicula.html
- Información sobre cálculo biliar:
https://hablandodenutricion.com/2014/06/06/dieta-sobrepeso-y-calculos-en-la-vesicula-biliar/
- Pirámide de la alimentación, versión actualizada:
http://www.efesalud.com/noticias/estilos-de-vida-saludable-nuevas-recomendaciones-de-la-piramide-nutricional-senc-2015/
Y SI TODO ESTO TE SABE A POCO, PÍNTATE LOS LABIOS Y SUÉLTATE EL PELO.
sábado, 13 de agosto de 2016
La verdadera historia de por qué estuve en el hospital del Vall Hebrón
ULa semana pasada publiqué en Facebook unas cuantas fotos de cuando estuve ingresada en el hospital.
Primeramente quiero dar las gracias a mis familiares y amigos por todas las muestras de cariño recibida. Especialmente a mi mamá que venia a darme un par de charlas, pero cuando necesitaba ayuda, allí estaba. Mi hermana me trajo de contrabando un cruasán de chocolate, que normalmente no me apetece, pero estaba ahí con mi dieta baja en calorías, y necesitaba algo para compensar. Pero Mike se merece una mención especial, porque no sólo estuvo dándome ánimos desde lejos, pues estaba de viaje, sino que cuando volvió, a petición mía, me llevó un arsenal de chocolatinas varias, para hacer más agradable mi estancia.
Mi padre me subía café con leche de la cafetería, porque el del hospital no vale para nada. Mi amiga Yeris me trajo toda su alegría, me hizo unas trenzas y un masaje en las piernas. Mi primo Alex también me hizo una grata compañía. Mis tíos Samuel y Yeni me trajeron a la Cookie de visita, ya que se la quedaron todos los días del ingreso, por lo que yo estaba muy tranquila. Los pastores de la iglesia también me hicieron un par de visitas. Y los que no estuvieron presente, estuvieron con sus mensajes, como mi amiga Gleny, que cada mañana me mandaba un mensaje de buenos días, al igual que Kem desde Menorca.
Quiero también agradecer a el equipo médico por empeñarse en buscar la raíz del problema, por mi salud, o porque soy un caso digno de estudio :).
Era mi primera semana de vacaciones, y ya tenía un ingreso programado, lo que en principio eran dos días, se convirtieron en cuatro.
Los que me conocéis de mucho tiempo sabéis que tengo la tensión arterial alta, y hasta aquí normal, pero el problema es que ni aún con medicación se estabiliza, entonces hay riesgo de que pase a mayores.
La doctora que me trata ahora, una endocrino, fue la que me hizo abrir los ojos, me dijo que la tensión me iba a matar si no me lo tomaba en serio, y la verdad es que ni me hace mucha gracia eso de irme tan joven, porque tengo mucho que hacer aún.
La doctora me ha hecho varias pruebas y análisis para ir descartando posibles daños que ya se hayan ocasionado por la tensión, y después se propuso, por sus ovarios, buscar el origen; no como mi doctora de cabecera que me tenía como conejita de indias probando pastillas.
En esas pruebas en busca del origen, salió una luz, algo que indicaba que la glándula suprarrenal, esa que se encarga de gestionar el estrés (mi hermana lo miró en Google), está pasada de vueltas. Al parecer una persona no puede vivir durante un largo período con un nivel de estrés emocional sobrehumano sin que le pase factura de algún tipo, y la mía ya la estoy pagando. Es uno de los motivos por los que hace tiempo decidí vivir siempre happy pase lo que pase, porque aunque eche sobre mis hombros el peso del universo, hay miles de millones de cosas que no están en mis manos.
Para comprobar si el problema es la glándula suprarrenal tenía que hacer varias pruebas, y no me dejaban hacerlas en casa.
Entre todo lo que me hicieron (electrocardiograma, control de tensión, oxígeno y temperatura, fondo de ojos, analíticas y tal) lo peor que recuerdo fue entre la noche del lunes y el martes. Tuve que estar en la cama sin moverme desde las 23h hasta las 13h, que al final fue hasta las 14.40h. El problema es que para hacer pipí tenía que usar una cuña, pero yo tengo un trauma de cuando di a luz, intenté hacerlo con la cuña y no pude, y como no pude, pues me sondaron, la peor experiencia de esos días. El caso es que la prueba consistía en mantenerme en la cama y ponerme vía intravenosa dos litros de suero, y eso, sumado a lo meona que soy, me hizo pasar un muy muy mal rato. Estaba en ayunas, y no me importaba, solo necesitaba levantarme para ir al baño. Iba pensando durante toda la mañana: tranquila, a las 13h se acaba, no te preocupes, aguanta un poco más...
A las 13h estaba inflada como un globo, tenía un dolor terrible, y pedí que por favor me hicieran la extracción para poder levantarme. Me dijeron que si, que ya venían, pero no venían, yo estaba respirando como para calmarme, pero al cabo de casi 45 minutos ya no podía más, le dije a mi madre que fuera a preguntar cuando venían, que ya llevaba rato. Me sentí tan deagraciada allí tirada en la cama, que empecé a llorar silenciosamente, pero poco a poco se convirtió en llanto nervioso, vino verme la enfermera y me preguntó qué me pasaba, y le expliqué que ya les había dicho que no podía hacer pipí con la cuña y que tenía que hacer. Ella entendió que no podía de ninguna manera, y por las horas de retención, se asustó y mandó a buscar a la doctora para sondarme, a esa altura de la película ya me daba igual.
Todos me decían que me tenía que calmar porque sino era peor, pero ya se había abierto el grifo, y no quería contenerme, luego me di cuenta de que al verte así todos corrieron, de haberlo sabido lo hago antes, a veces no hay que ser tan comprensivos. Al final no habían venido a la extracción porque faltaba un tubo especial que no llegaba, y al enfermero que me estaba atendiendo no se le ocurrió la idea de extraer en los tres tubos que tenía, y guardar una jeringa llena para el otro tubo, tuvo que venir una enfermera para hacerlo.
La doctora se quedó hasta que pude ir al baño, seguro que quería sondarme. Luego me pidieron disculpas por el mal rato. Todas las demás pruebas fueron inofensivas e indoloras. Menos las extracciones, seis pinchazos lo confirman, y esa vía permanente que hasta que no salí por la puerta no me la quitaron.
Por todo lo demás, comida de hospital, dolor de cabeza leve, dormir con ruido y tiempo para pensar. Ahora nos vamos de vacaciones, porque nos lo hemos ganado, y porque podemos. Espero poder relajarme y escribir muchos posts que tengo pendiente.
Disfrutad de la vida, y cuidad de la salud, como dice la Cuca, la salud es lo más importante.
Aquí dejo un par de fotos. Nos vemos!
martes, 19 de julio de 2016
... Y la reina Vasti dijo No
lunes, 11 de julio de 2016
Todo tiene un sentido en la vida.
Dentro de unos días será mi 11° aniversario de boda. Sí, aún sigo casada con el padre de mi hija, pero eso está a punto de cambiar.
Yo me casé con un hombre bueno, trabajador, detallista, agradable y muy guapo, para muestra un botón, hicimos una hija preciosa y muy buscada y deseada.
Me casé con 21 años, enamorada, ilusionada, con fe en el amor, y con la idea de que iba a ser para siempre. Él también tenía esa idea en ese momento, y no dudo de que sus palabras fueran ciertos, pues sus hechos durante algún tiempo demostraban su intención. Me quiso mucho, a su manera, y yo también. Dos chicos de 21 y 26 años casándose...
Tuvimos un hogar muy bonito donde por un tiempo fuimos muy felices, al menos mi felicidad era real, no lo teníamos todo, pero no nos faltaba nada, y vivimos momentos realmente difíciles juntos, pero también muchísimas alegrías, por eso cuando la gente me pregunta si siento odio por mi ex, soy incapaz de odiarle, porque fue una persona importante en mi vida, y es el papá de mi niña, ese vínculo nos une, además vivimos juntos muchas cosas hermosas.
Con el tiempo yo fui evolucionando, creciendo y madurando, pero él no, las diferencias crecieron y los problemas también.
Llegamos a un punto en el que teníamos vidas y objetivos distintos, yo desconocía muchas cosas sobre él, y él no podía comprenderme. Ni mis pensamientos, mis sentimientos, mis necesidades, ni mi lenguaje, ni mis objetivos, ni mi evolucionada manera de ser. Y los problemas seguían creciendo.
Nunca hablé de esto, pero hará cuatro años este mes de julio que todo se rompió de manera traumática para mi, viví un infierno real, y lo peor es que en el trabajo estaba viviendo otro infierno gracias a cierta persona, no tenía paz ni en casa ni en el trabajo, suerte de los niños del parvulario y de mi hija, que me daban esa chispa de esperanza y muchísimo amor, que tanto necesitaba.
Debido a esos problemas en el trabajo, no pude refugiarme en nadie, y dejé de confiar en mis supuestas compañeras de trabajo (a excepción de algunas, y ellas saben quienes son, desde aquí todo mi agradecimiento). Lo que quiero decir con todo esto es que nunca sabes cuánto eres capaz de resistir hasta que no tienes otra opción.
Escribo todo esto porque es una manera de sacar de dentro eso que quedaba ahí, restos de todo.
En aquel proceso difícil que estaba pasando sólo Dios puede saber hasta qué punto el daño tuvo alcance. De repente toda mi vida se desmoronó delante de mi sin que pudiera hacer nada.
Lloré, lloré y lloré durante meses, luché, luché y luché durante meses con la esperanza de que todo se restauraría, y todo quedaría en un mal recuerdo. Los que me conocéis sabéis que cuando lucho por algo lo hago fervientemente y sin descanso, pero cuando suelto en banda algo, no vuelvo ni siquiera a mirar para allá. Y así fue.
Ahora mismo doy gracias a Dios por todo lo que pasé, y no, no es que me haya vuelto loca, simplemente esas experiencias me hicieron (casi) invencible:
- Aprendí a relativizar la vida, nada es tan grave como para echarme el peso del universo encima, nada es tan complicado que no pueda resolverse, y sé que cualquier cosa que me presente la vida, soy capaz de salir adelante, porque ya lo he hecho antes, victoriosa y renovada.
- Aprendí que Judas antes de ser traidor fue discípulo, caminó con Jesús, viajaba con él y los demás, trabajaba con él y, sin embargo, le dio el más hipócrita de los besos, y por dinero entregó a Jesús en manos de los fariseos. A mi me pasó lo mismo, por lo tanto, se me hace difícil confiar en según que personas.
- Aprendí a separar la zizaña del trigo, pero hacerlo de manera mental, ejercito más la observación. No confundas mi silencio con falta de información o de opinión, no siempre el que calla otorga, sino que soy muy dueña de lo que callo.
- Aprendí a convivir en medio de la zizaña, siendo trigo, sin que me robe la paz, estoy por encima. No es que todo me da igual, o que soy insensible a las cosas que suceden ni a que estoy por encima de esas personas que provocan situaciones incómodas, pero me acuerdo de las veces que lo he pasado mal y pienso que en realidad esto no es nada.
- Aprendí quien es familia y quien es amigo/a, en esos meses de turbulencia no tuve que navegar sola, mi familia y mis amigos íntimos me acompañaron sin agobiarme, sin dictar lo que tenía que hacer o dejar de hacer, sin juzgar, sólo con amor, cariño, compañía y atenciones.
- Aprendí que no era tan dura como creía ni tan frágil como me veían, yo siempre me he visto a mí misma muy fuerte, capaz de todo, pero mi familia siempre me ha visto como una niñita a la que se tiene que proteger para que no llore, para que no sufra y sobretodo para guardarla de todo mal. Ellos siempre han sido así, y en este caso no sirvió de mucho, ya que esa casa de cristal que habían construido para mi se rompió, y además me corté con los cristales. Pero me recuperé, ellos aprendieron que no soy tan frágil, y yo aprendí que no soy tan fuerte.
Mi hermana, mi madre, mi mejor amiga y familiares lloraron conmigo, y eso no se me olvidará por los siglos de los siglos amén.
- Aprendí que los cambios no son fáciles pero sí necesarios, a veces no sabemos lo bien que estamos hasta que no sucede una cosa grave, entonces nos decimos que qué bien estábamos ayer. De verdad? No sería mejor apreciar cada día sin incidentes en vez de quejarnos y no solucionar nada. Cuando la vida te cambia sin que tú desees que sea así, es mejor no poner demasiada resistencia, porque sólo obtendrás frustración, hay situaciones que te empujan a cambiar, si puedes luchar hazlo, pero si ves que no hay solución, cambia, seguro que como me sucedió a mi, con el tiempo verás que ese cambio fue lo mejor que te pudo pasar.
- Aprendí que no hace falta un hombre para sobrevivir, aunque el papá de Gabi siempre se encargaba de cambiar bombillas, pintar la casa, arreglar todo y además de planchar, y muchas veces cuando arreglaba algo me decía: ven, te voy a enseñar cómo se hace para cuando yo no esté, a lo que yo le respondía, tu siempre vas a estar conmigo.
Cuan equivocada estaba! Tuve a cambiarme mis bombillas, los muebles de sitio, e incluso, algunas veces, plancho la ropa.
- Aprendí que puedes dejarte consolar en medio de la angustia, que se vale llorar si estás triste, que no siempre tienes la obligación de estar bien, y que va los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien. En mi caso, cuatro años después, hubiera estado encerrada en una relación sin futuro y con muchos problemas que no fui capaz de ver en su momento. Pero después con cierta distancia pude reconocer todos y cada uno de ellos. Eso me ayudó a dar gracias a Dios por no escuchar mis súplicas en aquel momento.
- Aprendí de mis errores. En una relación cuando hay problemas no es culpa de una sola persona. En cierta medida ambos tienen la culpa. Yo cometí muchos errores durante mi matrimonio, muchos. Y he podido aprender, espero que él también lo haya hecho, y que ambos podamos construir en el futuro relaciones (cada uno la suya) sanas y maduras a partir de la experiencia.
Muchas personas pueden pensar que hoy por hoy me arrepiento del paso que di 11 años atrás, pero no. No me arrepiento. Ese paso me llevó a conocer al gran amor de mi vida para siempre, mi hija Gabi, si no la tuviera conmigo mi mundo sería gris. No me importa no poder rehacer mi vida, no me importa el gasto de energía que supone criar a una criatura sola, no me importa el dinero que tenga que invertir (el dinero está hecho, como dice mi amiga Betania), no me importa que la gente me juzgue sin conocerme, no me importa lo que puedan pensar de mi. Lo único que realmente me importa en esta vida es que mi pequeña sea feliz, que crezca sana, y que sigamos igual de unidas.
- Aprendí a coger las maletas. Aquel verano me fui de viaje con la niña por primera vez sola. Tenía mucho miedo, ella sólo tenía dos años y poco, y era un bebé. Nos fuimos a República Dominicana a pasar un mes, y desde entonces no hemos parado de ir por el mundo. Y seguiremos...
- Aprendí que la vida es variable y que no todos los planes salen bien, y no pasa nada. Se vale cambiar de opinión, se vale cambiar de rumbo, y si no estás bien, también se vale buscar una mejoría, aunque eso suponga muchas veces dejarte la piel en el camino.
- También aprendí que todo pasa.
Nada dura para siempre, por difícil que veas la situación, siempre hay un mañana y el sol sale. Nunca pierdas la fe ni la esperanza.
Durante estos cuatro años he conocido personas maravillosas, amigos que se van a quedar y otros que se han ido, pero que han dejado un buen recuerdo. También he madurado bastante en muchos aspectos de mi carácter, aunque me han quedado ciertas secuelas ahí dentro, muy escondidas, que tengo que empezar a trabajarlas , y sé, a ciencias ciertas, que todo saldrá bien. Todo saldrá bien, porque todo tiene un sentido en la vida.
Ehh, no estéis triste, porque yo no lo estoy, todo lo contrario, estoy encantada porque puedo contar la historia y ya no duele. Me siento afortunada porque mucha gente no tiene una segunda oportunidad ni una tercera ni una cuarta, y yo tengo ante mí todas las oportunidades del mundo.
Dicho esto, hace calor, no? Disfrutad del verano
domingo, 3 de julio de 2016
Mark Anthony live, Barcelona
"Mirándote a los ojos se responden mis porqués, me inspiro en tus palabras y mi casa está en tu piel, mi tierno amor, mi devoción, viniste a ser mi religión. Mi dulce sentimiento, de nada me arrepiento, que vivan los momentos en tu boca y en tu cuerpo, mujer. Valió la pena, lo que era necesario para estar contigo amor, tu eres una bendición, las horas y la vida de tu lado nena, están para vivirlas, pero a tu manera, enhorabuena porque valió la pena, valió la pena"
Así empezó el concierto de Mark Anthony! Parece que me leyó el pensamiento, me dije a mí misma que la cosa iba bien... valió la pena.
Empezó bastante tarde, y abrió el concierto Frank Reyes, sobre gustos no hay nada escrito, pero no es santo de mi devoción, sé algunas de sus canciones, por repetición, no porque me guste. En República Dominicana oyes la música que suena, no la que quieres oír, y eso me pasa con la mayoría de bachata. Luego recordé que tengo un amigo que toca con Frank Reyes, y se me hizo más llevadero.
Al poco raro de empezar a cantar, me latía el corazón muy fuerte, para mí fue como un concierto personal, como si estuviera cantando solo para mi. Me he cansado de ver conciertos en YouTube, pero en directo es otra cosa, este hombre es un crack, y sus músicos están a la altura. En la primera canción tocó la batería, y me dejó con la boca abierta, fue entonces cuando empecé a gritar: Mark, te quiero! Mark, cásate conmigo, quiero un hijo tuyo, o dos! Mark, I love you (por si no me entendía). Pero no me escuchó, a diferencia de toda la grada alta, él estaba muy pendiente de deleitar al público en general, y a mi en particular; de haberme oído y visto, la cosa hubiera sido diferente, ya que yo me vestí para deslumbrar a Mark y a quien sea.
Tampoco hubiera podido casarme con él en estos momentos, no podría hacerlo, la ley me lo prohíbe, así que esperaré, y no voy a pedírselo a nadie más. Esperaré y sé que valdrá la pena, cuando llegue el que tenga que llegar. Lo que no haré más, a poder ser, será ligar mis canciones favoritas a una persona, porque luego queda aquella cosa ahí dentro...
Cuando empezó a sonar la guitarra de "hasta ayer" grité tanto, que pensé que iba a quedarme sin voz, luego la canté a pleno pulmón y sin un atisbo de dolor, el dolor desapareció por completo, hacía días que sospechaba que se estaba marchando, de hecho sabía que Mark me iba a cantar esa canción, y aún a riesgo de revivir eso que sentía cuando escribí aquel post, me pinté los ojos de un negro intenso y sombra efecto ahumado, ninguna emoción, ningún mal recuerdo me iba a estropear mi momento, canté como una niña, a viva voz y con una sonrisa en los labios. "Yo te quería tanto".
La canción de Perales ¿y cómo es él? Nunca me había dicho nada, cantada por Mark y por otros motivos, quiso tocar las puertas de mis sentimientos, pero para mí pasó sin pena ni gloria, cada uno que viva como bien le parezca y tenga en su vida a quien crea más conveniente, y cada uno le dé a quien quiera el lugar que quiera dar. : D
Me di por satisfecha cuando me cantó "nadie como ella" la canté y bailé como si fuera la última canción de mi vida. Cuando terminó las chicas que iban conmigo y las de la fila de abajo me aplaudieron jajajajaja. La verdad es que me sentí muy liberada, a pesar de que estuve a punto de no ir, gracias a mi amiga Mey, que es un sol, y a su novio y sus amigas, pasamos una noche memorable viendo al Flaco cantar y bailar.
"No hay nadie que me llene de ternura, como ella, dulce, tan dulce y tan bella, y por eso he descubierto que no hay nadie como ella" Dichoso Él que lo supo descubrir.
Una del público le lanzó un sujetador blanco, no muy bonito la verdad, yo le hubiera tirado uno negro con mi teléfono escrito y una declaración de amor, y seguro que nos hubiéramos casado en Puerto Rico o Miami, no me importaría donde. Vale, ya estoy empezando a desvariar.
Me centro, nadie como ella, esa soy yo, y Mark nunca lo sabrá, pero vosotros si, yo también, con eso me basta. Cuando llegue quien tenga que llegar para quedarse, también lo tendrá muy claro.
Una hora y media se me hizo muy corta para gritarle cosas, cantar y reír con unas amigas, resulta que comentando el concierto con un amigo mío, no nos encontramos allí, pero ambos lo vimos todo, él con su pareja y yo con mis amigas, hablamos de lo del sujetador, y yo le dije en plan broma- y no me oíste gritar? - a lo que me responde que había una que no paraba de decir: Mark, te quiero, cásate conmigo, quiero un hijo tuyo!!! Jajajajaja, no me lo podía creer que lo haya escuchado, me pensaba que sólo se me oía en la fila de arriba y en la de abajo, pero resulta que más gente habrá explicado a anécdota de la loca gritona a sus amigos. Le iba a decir a mi amigo que la gente está muy mal, que mira que gritar esas cosas y tal, pero era demasiado tarde, le dije que esa era yo Jajajajaja.
El resumen de toda la noche fue que lo pasé en grande, en muy buena compañía, si me hubiese llevado de no ir por no tener con quien, de seguro que me hubiera arrepentido de no ver a mi amor cantarme esas canciones tan bonitas. Iría a todos los demás conciertos suyos aunque tenga que tragarme a Frank Reyes otra vez, valió la pena.