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sábado, 13 de agosto de 2016

La verdadera historia de por qué estuve en el hospital del Vall Hebrón

ULa semana pasada publiqué en Facebook unas cuantas fotos de cuando estuve ingresada en el hospital.

Primeramente quiero dar las gracias a mis familiares y amigos por todas las muestras de cariño recibida.  Especialmente a mi mamá que venia a darme un par de charlas,  pero cuando necesitaba ayuda, allí estaba.  Mi hermana me trajo de contrabando un cruasán de chocolate,  que normalmente no me apetece, pero estaba ahí con mi dieta baja en calorías,  y necesitaba algo para compensar. Pero Mike se merece una mención especial,  porque no sólo estuvo dándome ánimos desde lejos,  pues estaba de viaje,  sino que cuando volvió,  a petición mía,  me llevó un arsenal de chocolatinas varias,  para hacer más agradable mi estancia.

 Mi padre me subía café con leche de la cafetería,  porque el del hospital no vale para nada. Mi amiga Yeris me trajo toda su alegría,  me hizo unas trenzas y un masaje en las piernas. Mi primo Alex también me hizo una grata compañía.  Mis tíos Samuel y Yeni me trajeron a la Cookie de visita,  ya que se la quedaron todos los días del ingreso, por lo que yo estaba muy tranquila.  Los pastores de la iglesia también me hicieron un par de visitas. Y los que no estuvieron presente,  estuvieron con sus mensajes, como mi amiga Gleny, que cada mañana me mandaba un mensaje de buenos días, al igual que Kem desde Menorca.

Quiero también agradecer a el equipo médico por empeñarse en buscar la raíz del problema,  por mi salud,  o porque soy un caso digno de estudio :).

Era mi primera semana de vacaciones,  y ya tenía un ingreso programado,  lo que en principio eran dos días,  se convirtieron en cuatro.

Los que me conocéis de mucho tiempo sabéis que tengo la tensión arterial alta,  y hasta aquí normal,  pero el problema es que ni aún con medicación se estabiliza, entonces hay riesgo de que pase a mayores.

La doctora que me trata ahora,  una endocrino,  fue la que me hizo abrir los ojos,  me dijo que la tensión me iba a matar si no me lo tomaba en serio,  y la verdad es que ni me hace mucha gracia eso de irme tan joven,  porque tengo mucho que hacer aún.

La doctora me ha hecho varias pruebas y análisis para ir descartando posibles daños que ya se hayan ocasionado por la tensión,  y después se propuso,  por sus ovarios,  buscar el origen;  no como mi doctora de cabecera que me tenía como conejita de indias probando pastillas. 
En esas pruebas en busca del origen,  salió una luz, algo que indicaba que la glándula suprarrenal,  esa que se encarga de gestionar el estrés (mi hermana lo miró en Google), está pasada de vueltas.  Al parecer una persona no puede vivir durante un largo período con un nivel de estrés emocional sobrehumano sin que le pase factura de algún tipo,  y la mía ya la estoy pagando. Es uno de los motivos por los que hace tiempo decidí vivir siempre happy pase lo que pase,  porque aunque eche sobre mis hombros el peso del universo, hay miles de millones de cosas que no están en mis manos.

Para comprobar si el problema es la glándula suprarrenal tenía que hacer varias pruebas,  y no me dejaban hacerlas en casa.

Entre todo lo que me hicieron (electrocardiograma, control de tensión, oxígeno y temperatura, fondo de ojos, analíticas y tal) lo peor que recuerdo fue entre la noche del lunes y el martes.  Tuve que estar en la cama sin moverme desde las 23h hasta las 13h, que al final fue hasta las 14.40h. El problema es que para hacer pipí tenía que usar una cuña,  pero yo tengo un trauma de cuando di a luz,  intenté hacerlo con la cuña y no pude,  y como no pude, pues me sondaron, la peor experiencia de esos días.  El caso es que la prueba consistía en mantenerme en la cama y ponerme vía intravenosa dos litros de suero, y eso,  sumado a lo meona que soy,  me hizo pasar un muy muy mal rato.  Estaba en ayunas,  y no me importaba,  solo necesitaba levantarme para ir al baño.  Iba pensando durante toda la mañana: tranquila,  a las 13h se acaba,  no te preocupes, aguanta un poco más...

A las 13h estaba inflada como un globo,  tenía un dolor terrible,  y pedí que por favor me hicieran la extracción para poder levantarme.  Me dijeron que si,  que ya venían,  pero no venían,  yo estaba respirando como para calmarme, pero al cabo de casi 45 minutos ya no podía más,  le dije a mi madre que fuera a preguntar cuando venían,  que ya llevaba rato.  Me sentí tan deagraciada allí tirada en la cama,  que empecé a llorar silenciosamente,  pero poco a poco se convirtió en llanto nervioso,  vino verme la enfermera y me preguntó qué me pasaba,  y le expliqué que ya les había dicho que no podía hacer pipí con la cuña y que tenía que hacer.  Ella entendió que no podía de ninguna manera,  y por las horas de retención,  se asustó y mandó a buscar a la doctora para sondarme, a esa altura de la película ya me daba igual. 

Todos me decían que me tenía que calmar porque sino era peor, pero ya se había abierto el grifo,  y no quería contenerme,  luego me di cuenta de que al verte así todos corrieron,  de haberlo sabido lo hago antes,  a veces no hay que ser tan comprensivos.  Al final no habían venido a la extracción porque faltaba un tubo especial que no llegaba,  y al enfermero que me estaba atendiendo no se le ocurrió la idea de extraer en los tres tubos que tenía,  y guardar una jeringa llena para el otro tubo,  tuvo que venir una enfermera para hacerlo. 

La doctora se quedó hasta que pude ir al baño,  seguro que quería sondarme. Luego me pidieron disculpas por el mal rato.  Todas las demás pruebas fueron inofensivas e indoloras. Menos las extracciones,  seis pinchazos lo confirman,  y esa vía permanente que hasta que no salí por la puerta no me la quitaron.

Por todo lo demás,  comida de hospital,  dolor de cabeza leve,  dormir con ruido y tiempo para pensar.  Ahora nos vamos de vacaciones,  porque nos lo hemos ganado,  y porque podemos.  Espero poder relajarme y escribir muchos posts que tengo pendiente.

Disfrutad de la vida,  y cuidad de la salud,  como dice la Cuca, la salud es lo más importante.

Aquí dejo un par de fotos. Nos vemos!

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