Qué precio tiene una vida? Todo se cuantifica., todo tiene un precio, pero la vida tiene un valor incalculable; por duro que sea, por injusta que pueda parecer, o por mala que se presente la situación. Vivir no tiene precio, respirar, sentir emociones, sentimientos, necesidades o satisfacciones son exclusivos de los seres humanos, así como recordar, soñar y ser consciente de la vida misma.
Te invito en el día de hoy a valorar todo lo que tienes, lo que sientes y lo que has vivido. Ama, perdona y busca la paz, sin ella no se puede vivir, vivir plenamente.
Cada mirada cuenta, cada sonrisa cuenta, cada sueño cuenta, cada día que abrimos los ojos y descubrimos que todos los nuestros están bien; sentir la brisa fresca en la cara, contemplar la luna, dar un rico paseo en buena compañía, un helado de vainilla; sentir el olor de las flores frescas, o el olor del mar mientras te sumerges en tus pensamientos y ves la grandeza de un mundo y la pequeñez del individuo fuera del conjunto de las masas. Saber que hay algo más grande que tú que ha ordenado todo lo que existe y que te permite disfrutar de la belleza de un atardecer.
La vida es bella, es bello enamorarse y sentir esas mariposas en el estómago, esa sensación de enajenación que invade todo tu ser cuando hablas con la persona que los provoca.
La fe, la esperanza y el amor. La fe que nos mantiene vivos, la esperanza de que siempre habrá un mañana y el amor que sentimos es el combustible que necesitamos para ponernos en marcha cada día.
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